Dios no solo abre caminos, también te enseña a caminar sobre las aguas!!

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A veces le pedimos a Dios que quite los problemas, que nos abra un camino donde no lo hay, que nos rescate de lo que duele. Pero hay momentos en los que Él no lo hace así… porque quiere enseñarnos algo más grande, a mantenernos firmes aun cuando todo parece hundirse. Caminar sobre las aguas no significa no tener miedo, significa confiar en medio del miedo. Es cuando las olas son altas y el viento es fuerte, pero aún así decides creer. Dios no siempre calma la tormenta de inmediato, muchas veces quiere mostrarte que, con fe, puedes atravesarla sin hundirte. Quizás no se trata de que se abran nuevas puertas, sino de aprender a caminar con fe sobre aquello que antes te hacía temblar. Porque mientras confíes, no habrá agua profunda que te hunda, ni viento fuerte que te derribe. ¿Y si esta vez Dios no quiere abrirte un camino, sino enseñarte a caminar sobre lo imposible?

REFLEXIONA!!

 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

Romanos 8:31-32

Solo nos queda decir que, si Dios está de nuestra parte, nadie podrá estar en contra de nosotros. Dios no nos negó ni siquiera a su propio Hijo, sino que lo entregó por nosotros, así que también nos dará junto con El todas las cosas.

Hagámonos conscientes de esta verdad y estemos atentos a no dejar que las angustias, preocupaciones y el miedo nos alejen de la obra que El Señor cada día talla en cada uno de nosotros. Al contrario, cambia esos pensamientos negativos por la posibilidad de preguntarte sobre los talentos que Dios te ha regalado y como puedes usarlos en beneficio de su obra, tu capacidad para comunicar, la facilidad que encuentras en servir a otros, el talento de tu voz para adorar y exaltar Su nombre, el don para alegrar un corazón entre muchos más.

Recuerda si cuentas con Dios de tu lado, es imposible perder. Sólo confía y camina de su mano, Él conoce los lugares correctos que deberás recorrer y los destinos a los que llegarás para alcanzar tu propósito.

Habla con El y dile: 

Señor, que mi corazón se encuentre siempre presto a recibir la siembra que colocas en mi corazón conforme al proposito que me guardas. Se que si camino de tu mano, será imposible perder y mi victoria está garantizada. 

En el nombre de Jesús. Amén.


PCG

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