Dios no solo abre caminos, también te enseña a caminar sobre las aguas!!

Imagen
A veces le pedimos a Dios que quite los problemas, que nos abra un camino donde no lo hay, que nos rescate de lo que duele. Pero hay momentos en los que Él no lo hace así… porque quiere enseñarnos algo más grande, a mantenernos firmes aun cuando todo parece hundirse. Caminar sobre las aguas no significa no tener miedo, significa confiar en medio del miedo. Es cuando las olas son altas y el viento es fuerte, pero aún así decides creer. Dios no siempre calma la tormenta de inmediato, muchas veces quiere mostrarte que, con fe, puedes atravesarla sin hundirte. Quizás no se trata de que se abran nuevas puertas, sino de aprender a caminar con fe sobre aquello que antes te hacía temblar. Porque mientras confíes, no habrá agua profunda que te hunda, ni viento fuerte que te derribe. ¿Y si esta vez Dios no quiere abrirte un camino, sino enseñarte a caminar sobre lo imposible?

“Y así estaremos siempre con el Señor” 1 Tesalonicenses 4: 17

Mientras estemos aquí, el Señor está con nosotros, y cuando somos llamados a partir, estamos con Él.
No se puede separar al santo de su Salvador.
Ellos son uno, y siempre han de ser uno: Jesús no puede estar sin Su propio pueblo, pues sería una cabeza sin un cuerpo. Ya sea que seamos arrebatados en el aire, o que descansemos en el Paraíso, o que permanezcamos aquí, estamos con Jesús; ¿y quién nos apartará de Él?
¡Qué gozo es este! Nuestro honor supremo, nuestro descanso, nuestro consuelo y nuestro deleite, es estar con el Señor.
No podemos concebir nada que sobrepase o que ni siquiera iguale esta sociedad divina.
Por una santa comunión hemos de estar con Él en Su humillación, en Su rechazo, en Su sufrimiento, y luego estaremos con Él en Su gloria. Antes de mucho estaremos con Él en Su reposo y en Su realeza, en Su expectación y en Su manifestación.
Nos irá como a Él le vaya, y triunfaremos conforme Él triunfe. Oh Señor mío, si he de estar siempre contigo, tengo un destino incomparable.
No envidiaré a un arcángel.
Estar para siempre con el Señor es mi idea suprema del cielo.
La gloria para mí no son las arpas de oro, ni las coronas inmarcesibles, ni la luz sin nubes; sino el propio Jesús, y yo con Él para siempre en una comunión íntima y amorosa.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Libro en PDF// El Poder de la Esposa que Ora // Haga CLICK en el libro para descargar Gratis