Una mujer embarazada estaba sentada bajo un árbol con mucha sed y necesitaba agua, pero no había agua. De repente vio algunas gotas de agua goteando del árbol. Ella tomó una taza y comenzó a tocar las gotas. Cuando el agua llegó a la mitad de la copa y ella estaba lista para beber, un pájaro vino y tumbó la taza para que el agua se derramó. Sucedió tres veces y la mujer se sintió muy mal. Ella tomó una piedra y mató al pájaro.

Después de que el pájaro había muerto, vio a una gran serpiente bajando del árbol. Así que descubrió que lo que quería beber no era realmente agua, sino veneno. Ella se sentía tan culpable que había matado al pájaro que salvó su vida.

A veces Dios es como este pájaro para nosotros. Él sabe cuando estamos a punto de tomar veneno, pero nos ponemos tan amargos con él cuando está tratando de ayudarnos. Tal vez lo que pensabas era el agua era veneno. Suelta el dolor porque hay algo mejor para ti.

Mantén las manos del Señor y sigue siguiendo a él. Él no te dejará sufrir vergüenza en la vida.

SOLO TOMA 2 segundos de tu tiempo y di "gracias señor" por las cosas buenas que hace por ti todos los días.!!!