Dios no solo abre caminos, también te enseña a caminar sobre las aguas!!

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A veces le pedimos a Dios que quite los problemas, que nos abra un camino donde no lo hay, que nos rescate de lo que duele. Pero hay momentos en los que Él no lo hace así… porque quiere enseñarnos algo más grande, a mantenernos firmes aun cuando todo parece hundirse. Caminar sobre las aguas no significa no tener miedo, significa confiar en medio del miedo. Es cuando las olas son altas y el viento es fuerte, pero aún así decides creer. Dios no siempre calma la tormenta de inmediato, muchas veces quiere mostrarte que, con fe, puedes atravesarla sin hundirte. Quizás no se trata de que se abran nuevas puertas, sino de aprender a caminar con fe sobre aquello que antes te hacía temblar. Porque mientras confíes, no habrá agua profunda que te hunda, ni viento fuerte que te derribe. ¿Y si esta vez Dios no quiere abrirte un camino, sino enseñarte a caminar sobre lo imposible?

Aunque las circunstancias a su alrededor parezcan...


Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará. No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Salmos 91:7-10

En medio de todo lo que esta ocurriendo en el mundo, el Padre Eterno promete ser refugio y fortaleza para los que confían y permanecen en Él.

Quizá diga usted. Él hizo esa promesa hace miles de años, cuando las cosas no estaban tan mal como lo están hoy día.

Quizá sea así, pero quiero decirle algo. Esa promesa está al día; fue hecha también para nuestra generación. Véalo de la manera siguiente. Cuando el Salmo 91 fue escrito, el hombre no había inventado aún armas que pudieran destruir a diez mil personas a la vez. Nosotros somos la generación que hizo eso posible. Por tanto, cuando Dios dijo en el Salmo 91, no te sobrevendrá mal; nos estaba incluyendo también a nosotros.

No te sobrevendrá mal ¡Vaya! ¡Qué gran promesa! Usted necesita tomarla y confiar en ella. Crea que Dios quiere ser el Dios de su vida, su protector y su defensor.

Por eso, aunque las circunstancias a su alrededor parezcan ser muy feas, confíe en Dios. Él siempre es fiel. Nunca está ocupado en otras cosas cuando usted necesita su ayuda. Estará presto para librarle de cualquier adversidad, catástrofe o desastre.

Dígale al Señor:
Señor, entrego en Tus manos todas las cargas que hoy mi afligen, confiando en Tu promesa de protección y cuidado ante cualquier prueba. Sé que saldré en victoria de todas estas situaciones porque Tus manos me sostienen y Tu presencia guía cada uno de mis pasos, en el nombre de Jesus.

Que tengas un Bendecido Dia!!

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