Dios no solo abre caminos, también te enseña a caminar sobre las aguas!!

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A veces le pedimos a Dios que quite los problemas, que nos abra un camino donde no lo hay, que nos rescate de lo que duele. Pero hay momentos en los que Él no lo hace así… porque quiere enseñarnos algo más grande, a mantenernos firmes aun cuando todo parece hundirse. Caminar sobre las aguas no significa no tener miedo, significa confiar en medio del miedo. Es cuando las olas son altas y el viento es fuerte, pero aún así decides creer. Dios no siempre calma la tormenta de inmediato, muchas veces quiere mostrarte que, con fe, puedes atravesarla sin hundirte. Quizás no se trata de que se abran nuevas puertas, sino de aprender a caminar con fe sobre aquello que antes te hacía temblar. Porque mientras confíes, no habrá agua profunda que te hunda, ni viento fuerte que te derribe. ¿Y si esta vez Dios no quiere abrirte un camino, sino enseñarte a caminar sobre lo imposible?

Devocional Diario/26 de agosto-¿Alguna vez pierdes la paz?


Agosto 26
¿Alguna vez pierdes la paz?
"La paz os dejo, mi paz os doy", Jua_14:27

Hay momentos en que nuestra paz se basa en la ignorancia. Pero cuando despertamos a las realidades de la vida, tener la verdadera paz interior es imposible, a menos que la recibamos de Jesús. Cuando nuestro Señor habla de paz, Él la crea, porque sus palabras siempre "son espíritu y son vida", Jua_6:63. ¿Alguna vez he recibido esta paz de la que Jesús habla? Mi paz os doy: una paz que viene por mirar su rostro y darnos cuenta de su imperturbabilidad. 


¿Hay algo en tu vida en este momento de desasosiego y dolor? ¿Estás asustado y confundido por las olas y la turbulencia que en su soberanía Dios ha permitido que vivas? ¿Haz volteado todas las grandes rocas de tu fe, en busca de un pozo de paz, gozo o consuelo, pero no lo haz encontrado? ¿Tu vida te parece completamente árida? Entonces, levanta la vista y recibe el tranquilo contentamiento del Señor Jesús. Reflejar su paz demuestra que estás bien con Él, porque eres libre de dirigir tus pensamientos hacia Él. Pero si no estás bien con Dios, sólo puedes volcar tu mente sobre ti mismo. Cuando permites que algo te oculte el rostro de Jesucristo, estás perturbado por algo, o tienes un falso sentido de seguridad. 

Si, en este momento, un asunto te apremia, ¿tienes los ojos en Jesús y estás recibiendo paz de Él? Si es así, Él será una grata bendición de paz en y a través de ti. Pero, si le das vueltas al asunto una y otra vez, lo olvidas a Él y bien mereces todo lo que te pasa. Perdemos la paz y nos llenamos de ansiedad porque no lo hemos estado teniendo en cuenta. Cuando uno consulta con Jesucristo, la confusión se desvanece, porque en Él no hay ninguna confusión. Preséntale todo y ante la dificultad, el duelo y la aflicción escúchale decir "No se turbe vuestro corazón", Jua_14:27. 

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