Dios no solo abre caminos, también te enseña a caminar sobre las aguas!!

Imagen
A veces le pedimos a Dios que quite los problemas, que nos abra un camino donde no lo hay, que nos rescate de lo que duele. Pero hay momentos en los que Él no lo hace así… porque quiere enseñarnos algo más grande, a mantenernos firmes aun cuando todo parece hundirse. Caminar sobre las aguas no significa no tener miedo, significa confiar en medio del miedo. Es cuando las olas son altas y el viento es fuerte, pero aún así decides creer. Dios no siempre calma la tormenta de inmediato, muchas veces quiere mostrarte que, con fe, puedes atravesarla sin hundirte. Quizás no se trata de que se abran nuevas puertas, sino de aprender a caminar con fe sobre aquello que antes te hacía temblar. Porque mientras confíes, no habrá agua profunda que te hunda, ni viento fuerte que te derribe. ¿Y si esta vez Dios no quiere abrirte un camino, sino enseñarte a caminar sobre lo imposible?

El Ministerio Interno


Junio 21

El ministerio interno

"Pero vosotros sois... real sacerdocio", 1 Pedro 2:9

¿Qué derecho nos convierte en un "sacerdocio real"? El derecho de la expiación por la cruz de Cristo.
¿Estamos preparados para poner a un lado, de manera resuelta, nuestros intereses y entregarnos al trabajo sacerdotal de la oración? La continua búsqueda interior para ver si somos lo que deberíamos ser produce un tipo de cristianismo enfermizo y egoísta: no la vida vigorosa y sencilla de un hijo de Dios. Hasta que
no lleguemos a una relación adecuada y satisfactoria con Él, nuestra situación será sólo la de "aguantar a duras penas", aunque digamos: "¡Qué maravillosa victoria he obtenido!" Sin embargo, en este caso no hay nada que indique el milagro de la redención.

Lánzate con una fe a ojos cerrados y cree que la redención es completa. Luego no te preocupes más por ti mismo, sino empieza a actuar de acuerdo con lo que dijo Jesucristo: Ora por el amigo que acude a ti a la medianoche, ora por los creyentes y ora por todos los hombres. Ora comprendiendo que eres perfecto únicamente en Cristo Jesús y no sobre la base del siguiente argumento: "¡Oh, Señor, he hecho lo máximo que he podido! Escúchame ahora, por favor". ¿Cuánto tiempo le tomará a Dios librarnos de esa malsana costumbre de pensar sólo en nosotros?

Debemos hartarnos de nosotros mismos, hasta el punto de que no nos sorprenda lo que Dios nos pueda decir sobre quiénes somos. Sólo hay un punto de encuentro donde estamos bien con Dios: Cristo Jesús.
Una vez nos encontremos ahí, debemos derramar nuestra vida con todo lo que tenga de valor para este ministerio de la vida interior.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Libro en PDF// El Poder de la Esposa que Ora // Haga CLICK en el libro para descargar Gratis